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ACTUALIZACIÓN FOTOS: 2º DÍA EN KANGAROO ISLAND

Hola amig@s!
Después de la friolera de... 0 comentarios!! me siento más animado que nunca para seguir escribiendo jaja! Bueno, imagino que es un blog para tímidos :P

Hoy disfruté de mi 2º día en Kangaroo Island! Día en el que he visitado bastantes cosas, después de su correspondiente madrugón para que el tiempo no apretara. Cuando tienes tantísimas cosas por ver y por hacer, no hay sueño que valga.

1) Comencé el día subiendo los quién sabe cuántos escalones de una montañita llamada Prospect Hill. Desde arriba pude ver gran parte de la Pennington Bay, una bahía llena de contrastes. El hecho de subir no tiene nada; lo bueno es que al subir no hubo nadie que perturbara el silencio que se podía percibir allí. Me transmitió una gran sensación de paz (y de qué coño estoy haciendo aquí arriba, porque ahora toca bajar lo subido).


2) Una de las cosas que más me gusta de esta isla es que la gran mayoría de carreteras son sin asfaltar y tienes la sensación de estar realmente donde Jesucristo perdió la zapatilla. Así que, por una de esas carreteras, me dirigí a una playa (Flour Cask Bay) que definiría como de las que más me impresionaron en mi vida. No había nadie! Sólo olas, y una gran, ENORME sensación de soledad, paz, calma... lástima que el tiempo no acompañaba para darse un baño. Me lo guardo para el último día... porque ahí quiero estar otra vez, por lo menos un par de horas, con la mente en blanco.


3) Una horita después de sólo mirar y estar en la playa, me dirigí a la Cliffords Honey Farm que, como su propio nombre indica, es una granja de miel... lo que no indicó es que se trata de una mierda de granja. Pese a ello, pude ver abejas italianas (no dejan traer otras por eso de que se rompa el frágil equilibrio que existe aquí) trabajando, pero la granja parecía más bien una guardería que otra cosa. Compré miel para mis tés.


4) Un poco decepcionado, me dirigí a una desilería de eucaliptus, la Emu Ridge Eucalyptus Distillery. Pensaba que sería algo interesante de ver, pero no es nada más que la ilustración de la gran frase de Jorge Manrique de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Se trataba más bien de una especie de runa de lo que en un tiempo fue una próspera destilería de eucaliptus... para obtener aceite de eucaliptus. Que sirve para limpieza, quitar cosas pegajosas de la ropa, para la piel... es decir, otra mierda y otra mentira. Me estoy dando cuenta de que los australianos saben vender humo mejor que nadie. Hasta que los franceses.


5) Decepcionado por como estaba yendo todo, me acerqué a la Island Pure Sheep Dairy, otra granja, esta vez de queso de oveja. Ahí por fin me pareció más interesante, pude catar y, aunque entendí más bien poco, me fui con el estómago más feliz y un tarro de taquitos de manchego. Sí sí, manchego; aquí lo copian todo.


6) El hambre ya empezaba a apretar, así que me dirigí a la Emu Bay Lavender, una granja (¿¿¿otraa???) de Lavanda. Aunque la granja en sí sería la tercera gran mentira del día, ahí pude comer una ensaladita de pollo y, como no, lavanda. Con un té de... lavanda. ¡Ah! Y vi llamas.


7) Con el estómago un poco más agradecido, me fui a la Emu Bay, otra bahía a pocos quilómetros de la granja de lavanda en donde vi un montón de pelícanos. Los podría haber hasta tocado, pero desconocía el comportamiento de estos animales de enorme pico. Preferí quedarme con la duda de si un mordisco suyo dolía o no.


8) Ahí ya me dirigí a Kingscote, la capital de Kangaroo Island, para ingresar en el motel (me dieron una habitación mejor de la que había reservado por problemas... supongo que informáticos jaja). Una vez instalado, me fui a ver a un famoso alimentador de pelícanos, que cada día ofrece un espectáculo en las rocas, al lado del embarcadero. Y la verdad es que fue una pasada ver ese espectáculo. Se tiene que vivir. Eso sí, no me gustaría ser pescado y ser devorado por uno de esos pájaros... qué locura... al acabar, me fui en busca de una pescadería donde cocinan el pescado que, según cuenta, está muy bien, pero no fui capaz de encontrarla... más bien es que donde me dijeron que estaba, no había nada. Decepcionado, me fui al pub a por una merecida cerveza, y encerrarme en el motel a eso de las 19h a descansar un rato de lo que ha sido un largo día. Y como aquí no se puede cocinar, me pedí una pizza y a tomar viento.


Mañana creo que visitaré una granja donde hay una especie de langosta... y después un mini parque natural lleno de animales en libertad. Ya por la tarde (supongo) me iré a visitar la reserva más famosa en la isla, donde pasaré dos noches, la Flinders Chase... aunque nunca se sabe... esta isla está llena de sorpresas.

Me reservé una noche en Kingscote para vivir la fiesta de sábado en la isla... jejejejej. Iluso... aquí, en esta isla, aún no se ha inventado la música...