kangaroo island - little sahara & seal bay

ACTUALIZACIÓN FOTOS: Kangaroo Island – Flinders Chase & pesca (pendientes de ayer)
ACTUALIZACIÓN FOTOS: Kangaroo Island – Little Sahara & Seal Bay

Buenas!

Ya estoy de vuelta en casa después de lo que han sido 5 días realmente gratificantes (vaya, que lo he pasado de puta madre). Mi amigo imaginario y yo nos hemos recorrido toda la isla, perdiéndonos en caminos imposibles, y desgastando aún más un ya viejo y raído coche.
El día de ayer fue empezó temprano, muy temprano. Me levanté a las 6:30 de la mañana para hacer una caminata, la “Koala Walk”, al lado del Hostel donde me hospedaba. Normalmente es una ruta guiada que se hace al anochecer, pero yo fui por libre y la hice solo y sin guiar... y pude ver koalas! Vaya si los vi, y gratis, que viene siendo muy importante. No es que robe, sino que trato de pasar inadvertido. Estuve una hora paseando, gozando de una naturaleza muy salvaje, y regresé al hostel para pegarme una ducha y dirigirme a la próxima parada: la playa de Vivonne Bay.


Esta playa es muy famosa en la isla, y suele estar muy frecuentada. Pero ayer la verdad que mucha gente no había, lo cual me sirvió para gozar del mar en soledad también. Otra vez, mucha paz.


Ya de ahí puse rumbo a un sitio que tenía realmente ganas de conocer, el Little Sahara. Se trata, como ya podréis imaginar, de un pequeño Sahara ubicado en un punto de la isla... tenía curiosidad por ver qué si realmente se asemejaba a un desierto o no, y vaya si lo es... sufrí para subir una duna, mientras veía a niños lanzándose en una especie de tabla de Snow por la arena. Yo pensé que habiendo subido una vez y sacando la foto, ya era más que suficiente. Además coincidió que hubo un día de mucho calor, con lo cual mi respeto a Lawrence de Arabia ha aumentado cantidad; si es duro caminar por una duna, imaginaos 1.000. Bueno... más que respeto a Lawrence, respeto a su camello. De caminar, eh?

"a eso se le llama tener fe"

Después de la experiencia sahariana, me dirigí a lo que debía ser (y no decepcionó) la gran atracción del día: Seal Bay, o algo así como “bahía de focas”. Se trata de una playa, reserva natural, donde las focas acuden para descansar de sus viajes en busca de comida. Es una colonia bastante numerosa, y resulta un espectáculo realmente muy bonito. Pagué la entrada que te permite caminar por la playa... lástima que no se pudiera interactuar. Nunca molesté a una foca. No fuera de una discoteca.


Después de eso, tenía ya que dirigirme a Penneshaw, para subir al ferry de vuelta a casa. Como tenía tiempo, decidí huir de la carretera general y explorar nuevas rutas enmedio del bosque, lo que me llevó a conocer D’Estrees Bay, otro rincón de la isla rematadamente espectacular. Comí allí (bimbo con atún... el sandwich del ávido explorador aventurero) y seguí mi camino hacia el puerto.

De camino, me encontré una bodega de vino. Aproveché para hacer unos tastings (o lo que es lo mismo, beber gratis) y así, de paso, hablar con la somelier y tratar de aprender palabras nuevas más allá de “hello” y “how are you”... eso sí, las domino con una fluidez jamás vista.

Una vez llegados a casa, tenía miedo de abrir la puerta y que me derrumbara la soledad. Afortunadamente, cientos de gusanos (y una hormiga gigante) me dieron la bienvenida... la escoba les dijo adiós.

Otras noticias de interés... pues sí!
Ya me han admitido a la universidad. Sólo me queda pagar... y después de eso, tramitar el visado... ¡miedo!

Abrazo!!