viernes, 17 de abril de 2009

kangaroo island - penneshaw


ACTUALIZACIÓN FOTOS: Kangaroo Island - Penneshaw

Volvemos a estar en plena carga. Una vez pasado el adiós, ya me he puesto las pilas otra vez, dejado las penas atrás y hoy a las 12:00h he partido rumbo a Kangaroo Island. He de decir que, de momento, sigo con el plan previsto. Ningún contratiempo... y toquemos madera. Mucha madera.

Una vez llegados a Penneshaw, pueblo donde atraca uno de los dos ferrys que conducen a la isla, me vino una gran pregunta: "¿y ahora qué?". Así que decidí empezar a conducir y ver qué pasaba, hasta que mecrucé con un punto de información, en el cual agarré tooodos los papeles que podía agarrar, y me empecé a enrollar con la srta. del punto de información... y sin querer, entre los dos, logramos planificar un viaje curioso en función de los hostels que ya había reservado previamente (y la verdad que me ha dicho que acerté en mis decisiones).

Así que emprendí el camino hacia Cape Willoughby, donde se encuentra el faro más antiguo de South Australia. A medio camino abandoné el asfalto y me adentré en unos caminos de grava, mayormente rodeados de basta vegetación. Si todos los caminos son como este, ya puedo ir buscando otro coche para seguir viajando. Lo bueno es que no puedo romper la suspensión, porque ya está rota, y tampoco puedo desviar la dirección, porque ya está desviada. Nada que perder.


Una vez llegados al faro, que en el plano te venden como algo realmente típico, no descubrí más que un grupo de japoneses sacando fotos. Poco a poco fue llegando aaalgo más de gente, pero la verdad que el faro me dio la impresión que carecía de popularidad. Pese a todo, la visita resultó interesante, y pude darme cuenta que pese a llevar 3 meses en Australia, sigo sin poder mantener el hilo de una conversación. Subimos al faro, nos explicó 4 chorradas, y me fui.

Desaciendo el camino hecho anteriormente, descubrí, a unos 16Km del faro, un cellardoor de una bodega. Cellardoor es donde vas a hacer catas de vino. Me llamó la curiosidad el hecho de que hubiera cata de vinos en medio de la nada, y fui. Obviamente, dentro no había nadie más que el matrimonio que cuidaba de la bodega. Pregunté por la cata y muy amablemente me la ofrecieron. Media hora después me fui. Una hora después volví a por mi jersey.

Regresé a Penneshaw para hacer el check-in en el hostel, pero al llegar no había nadie... así que decidí ir a conocer el pub del pueblo, ubicado en un viejo hotel. La verdad que se veía animado, bajo la calidez de una hoguera que le daba un ambiente más amable. Aquí nadie me dio calabazas porque no hay nada que pescar... ¿o sí? Porque en una gasolinera encontré cañas de pescar por 39$AUD. Dicen que aquí pesca el más inútil. Finalmente no compré la caña por la incomodidad de tener que traginar durante el día de mañana los peces que pudiera llegar a pescar (no admito risas... si voy a pescar, no me voy hasta que tenga algo). Puede que mañana, en Kingscote, decida comprar una. Me gustaría aprender.

Una hora más tarde, por fin ingresé en el hostel. Conocí a un chico de Suiza (eaah Iriaa!) al que ya no he vuelto a ver más, porque nada más llegar me fui a ver pingüinos. Obviamente tenía que llegar yo para que se escondieran, pero pese a ello algunos pude ver. Salen de noche, y tienes que ir buscándolos con una linterna roja (color que los pingüinos no detectan). Remarcar que, aunque están en libertad, es en una mini-reserva donde es más fácil avistarlos. Aquí vive la especie de pingüino más pequeña de todas. La verdad es que son bastante "monos". Ya al salir, me encontré a uno por la calle. Lo perseguí para ver cuánto rápido puede llegar a ser, y vaya si corren. Happy Feet se queda corto.


También pude avistar en medio del pueblo wallabies, que son una especie de mini-canguritos. Graciosos también.

Comentar que en la vida vi tanto bicho muerto en la carretera como aquí. DE TODO. Y como la naturaleza tiende al equilibrio, ello ha propiciado la llegada de multitud de aves carroñeras. Algo así como cuervos.

Ohhh... y, en petit comité, deciros que he introducido la patata en la isla. Se ve que es algo prohibidísimo, según se podía leer en carteles del ferry, pero no me podía permitir el lujo de dejar 1Kg de patatas a tierra.

Viajo con mucho equipaje. Manta y cojín por si acaso, una caja llena de comida, maleta con ropa, portátil, papeles varios, herramientas para el coche, agua refrigerante, aceite, etc. Hoy me preparé unos spaguettis en el hostel que, la verdad, quedaron bastante buenos. Decir que fue lo primero que ingerí en todo el día, así que de no estar buenos los habría disfrutado igual... qué hambre tenía!!

Agradecer a todos los que vais siguiendo y firmando el blog. Insisto en que hace MUCHA ilusión saber de todo@s vosotros...

Un abrazo enorme. Mañana, más. Y si no, como dice la canción," y no estaba muerto no no... estabaaa tomandooo cañaaas, lere le le leee...".

1 comentario:

Rauxa dijo...

OOOOOOOO gran foto pseudo-intelectual, veig que va tot bastant bé i que comences a descobrir la grandessa de viatjar sol. Per les fotos que has fet bastanta enveja, veig que endur-se un koala serà bastant difícil, però un pigüí d'aquests que caben a la butxaca no seria mala idea.
Sobre el far serà el més antic però es veu bastant modern, a més fins l'altra punta del món t'has hagut d'anar per obtenir la proba gràfica que a Madrid no tenen mar, sinó busca la bandera d'espanya a la vitrina, jo no la trobo però si que hi ha la de Catalunya, moment patriotic el que he sentit.
També veig que trobes a faltar estar per aquí, la teva feina, sinó de que fotografiaries les màquines de clima del ferry, que per cert bastant cutre.

Bé a passar-ho en gran, abraçada.