kings canyon & alice springs

Hola!
Siento haber roto la racha de actualización diaria... pero ayer no tenía posible acceso a conexión a internet y, por lo tanto, imposible actualizar. Así pues, doble actialización:

ACTUALIZACIÓN FOTOS: Alice Springs

ACTUALIZACIÓN FOTOS: Kings Kanyon

7-MAYO


Hoy ha sido, de los tres últimos días, quizá el más espectacular. Kings Kanyon no es tan conocido... es más, muchos australianos a los cuales les comentaba mi destino me decían que no tenían ni idea de dónde estaba. Entonces, mis expectativas podían ser altas, pero tampoco demasiado...

Me he levantado pronto, muy pronto, para presenciar el felizmente injusto 1-1 del Chelsea-Barça. Parece que no se acuerdan ahora de la falta de Terry a Puyol en el cuarto gol de Chelsea que nos costó, quizá, una posible Copa de Europa... además, es el Chelsea, así que todo mal que puedan tener, me gusta. Odio al Chelsea y sigo odiando a Mourinho, entrenador de perfil perfecto para el equipo de los Borbones.
En todo casooo! Que me voy... el día no empezó bien. Hoy me volví a olvidar en la nevera del hostel mi tapper con la comida preparada para el viaje... pero a más inri, tenía 2 raciones. Así que 2 tappers que se suman al que me olvidé ahora hace una semana. Conclusión: no tengo tappers.
Además, en una de mis paradas para consultar el mapa, arranqué el coche y rodé 40 Km aprox con el freno de mano puesto... me di cuenta al intentar frenar el coche cuando vi un peatón en la carretera (obviamente, no frenó). En medio del desierto y sin frenos... y encima por mi culpa, lo que jode más. Pero ese coche, al cual le sigo teniendo fe ciega, no sé cómo se las ha apañado para regenerar los frenos (había perdido todo el juego en el pedal...) y ahora funcionan igual de bien (o mal) que antes. Unos meses más con ese coche y me veré obligado a hacer la ruta Australia – Barcelona para poder conservarlo.
Así pues, después de una ruta tranquila al fin y al cabo, he llegado a las 10:30h al cañón, sin hacer el check-in en el hostel, para emprender las dos rutas que se pueden hacer. Empecé por la corta, y conecté con la larga... fue en la primera que conocí a un hombre peculiar, típico australiano. Un hombre sin dientes que, como todo tipo extraño que me encuentro, me da conversación. Y hemos hablado de los aborígenes...

Resulta que el gobierno australiano, cosa ya sabida, cedió parte del territorio australiano a la comunidad aborigen (territorio que, por cierto, invadieron de forma cruel). Por supuesto, cedieron sólo la parte desértica y más seca del continente... con lo que, a día de hoy, se encuentran que se les ha acabado el agua y no tienen con qué vivir en dichas zonas. Por lo tanto están empezando a invadir poblaciones como Alice Springs, sin trabajo y sin dinero. Es decir, se dedican a robar. Y si alguno trabaja, el poco dinero que gana se lo gasta o bien en alcohol o bien en alimentar a sus mortíferos perros. Ello no ha menguado mi ilusión por pisar Alice Springs, pero sí que ahora lo haré con más cuidao.


Felizmente despedido de ese hombre extraño, me dispuse a emprender mi segunda caminata... si bien la primera discurría por la parte baja del cañón, la segunda lo hacía por la parte alta. Y no me voy a extender mucho en definir cómo es... mejor mirar las fotos. De verdad, creo que es lo más hermoso que he visto hasta la fecha en ese país. Después de las rubias de Adelaide de la discoteca Red Square, por supuesto.

El resort del Uluru molaba. Este donde estoy ahora es una mierda. Una vez visitado el cañón, no hay nada más que hacer... así que, mañana temprano, partiré destino “la Alice”, que es como se la conoce aquí. Quería hacer una ruta alternativa, según dicen las guías, fascinante... pero me han dicho en la recepción del hostel que necesito un 4x4. Pero bueno, la chica tampoco era muy amable, así que mañana veremos si optamos por arriesgar o por la ruta corta pero aburrida. Quizá no sea un 4x4... pero es un Toyota Camry.
Añadir que hoy me he dado cuenta que mi humor no es bienvenido aquí en el outback. Al hacer el check-in, me pidieron una fianza de... 100$!! Le pregunté si la llave era de oro. Qué pena que no sacara foto de la cara de asco que me ha puesto la recepcionista... os habrías reído.

Abrazo grande!! A por la próxima actualización! Ah, y no olvidéis mirar las fotos esta vez... que molan.


8-MAYO

Wow!! Ya estoy en Alice Springs! “La Alice” p’a los amigos.


Antes de nada, deciros que ayer, antes de ir a dormir, se me ocurrió ir al coche a por un cóctel de frutas que tenía en el maletero... cuando de repente me vi rodeado por dos dingos. A los que necesitéis una ayuda extra, deciros que el dingo es un animal parecido a un perro pero con más mala leche. Sería medio perro medio lobo. Y PARA NADA son amigables, es más; si ves uno desea que no tenga hambre ni ganas de pelea. Yo fui precavido y me quedé quietorrr. Era un buen momento para sacar una buena foto de un dingo, pero tampoco quería que esa hubiera sido mi última foto. Afortunadamente se fueron, lo cual aproveché para volver a la habitación olvidando mi cóctel de frutas. Ahora estoy feliz por el encuentro, pues ya puedo decir que he visto a dingos en su hábitat natural. ¡A por los cocodrilos!

Finalmente opté por la ruta “fácil”, pues la otra era sólo apta para 4x4 y necesitaba un permiso especial para cruzar tierra aborigen. Pero pese a ello, todo podría haber sido un desastre consecuencia de una mala decisión a posteriori: la de coger un atajo por una carretera sin asfaltar que te ahorra una buena kilometrada entre Kings Kanyon y Alice Springs. Una vez dentro (debo decir que pensaba que estaría en buen estado) ya no había marcha atrás: o seguía y hacía los 100 Km de carrerilla que me quedaban para llegar a carretera asfaltada, o me quedaba estancado en los caminos arenosos, a veces semi-dunas. Y ya que estábamos con la soga al cuello, opté por seguir. A los 5 Km vi otro coche no mucho mejor que el mío patinando, a 40 Km/h. Supongo que debe seguir allí... pero ahora a 0 Km/h. Yo le pasé, zumbando, dejando tras de mi una polvareda importante... delante de mi, una carretera en pésimo estado que todo hacía presagiar sería la última carretera que vería mi Camry... quién sabe si yo también. A unos 20 Km, vi unas vacas. Frené para esquivarlas... pero descubrí entonces que dada la conducción destructora que estaba realizando, me había quedado sin frenos. Suerte que la bocina seguía funcionando, y logré espantar las vacas, que se apartaron cagando leches. La carretera se iba haciendo cada vez más impracticable, y debo decir que pocas veces los he tenido más por corbata. Era el fin de mi viaje... y más cuando empecé a saltar con el coche debido a los pequeños montículos que me iba encontrando por doquier. Afortunadamente, las curvas eran anchas y arenosas, y Sebastien Loeb se reencarnó en mi para poder derraparlas lo más dignamente posible... insisto: si me paraba, me quedaba enmedio de la NADA.
Y hoy, señores, es el día que ha nacido definitivamente la leyenda del Toyota Camry. Este coche es indestructible, un todoterreno. Me lleva y me protege, y al final me condujo hacia la Stuart Highway, que ya conectaba directamente con Alice Springs en óptimas condiciones. 10 minutos de reposo bastaron para que los frenos se regenerasen, como la otra vez, y pudiera proseguir tranquilamente. Eso sí, todo mi equipaje dentro del maletero quedó cubierta por una destacable capa de polvo del desierto. Tenía fe en mi coche; ahora siento devoción, casi religión: ha nacido el Camrysmo.

Ahora ya estoy en el hostel de Alice Springs. Llegué a eso de las 14:00, y como vivo cerca del centro, me fui ahí a comer algo. He podido descubrir que lo que me dijo el hombre de Kings Kanyon es verdad, eso está lleno de aborígenes. Ello le da a la ciudad (y a mi) una sensación de inseguridad e intranquilidad que da mucho respeto. Insisto que los aborígenes son gente muy particular, desagradables... algunos te gritan cuando te ven por la calle (ahora siempre desde dentro del coche, ya no me atrevo a pasear sin él por ciudades aborígenes) bien para pedirte un cigarro, bien para decirte... vete tú a saber qué.
Mis visitas turísticas hoy han sido pocas. He visitado el Telegraph Station, un sitio algo aburrido por lo que es la visita en sí, pero que por otro lado esconde historias fascinantes de este país. Este era el principal punto de conexión que tenía el telégrafo entre Darwin y Adelaide (entre otras 11 estaciones). Desde Darwin, un cable submarino conectaba con la isla de Java, y así quedaba el país conectado al resto del mundo. Este era el internet de finales de siglo XIX... como sería leer el Sport por Morse? Supongo que el sábado pasado habría sonado algo así como... “pip pip pip pip pip y... piiip”. Casi ná!
Por otro lado, quería visitar un museo de aviación, para hacer honor a mi abuelo, pero ya estaba cerrado cuando llegué (y es que eran las 16:30!! Hora intempestiva...). Me acerqué a un mirador para ver la ciudad desde las alturas y poco más. No es una ciudad que ofrezca mucho de sí. Ahora me iré a cenar a un sitio que me ha recomendado un hombre muy divertido que conocí ayer, donde podré comer un rustido por la friolera de 11 dólares. Con buffet de ensalada. ¿Quién da más?. Después iremos a tomar una copa por ahí, que hoy es viernes.


Mañana visitaré un parque nacional que discurre por unos 187 Km, el MacDonnell Rangers. Según dice mi guiía, la carretera es apta par un coche con tracció a dos ruedas... pero yo ya no me fío ni de mi sombra. Sólo hay una forma de saberlo: yendo.

Me despido! Larga actualización hoy, para que os podáis escaquear unos minutillos del trabajo...

Abrazo!!