katherine & kakadu

Hola!!

ACTUALIZACIÓN FOTOS: katherine & road to kakadu
ACTUALIZACIÓN FOTOS: cooinda - kakadu


Ayer fue otro día de, aunque más ligero, también kilometraje. Llegaba el momento de entrar en Kakadú, el parque nacional más famoso de Australia, patrimonio de la humanidad.

Pero antes, me di el lujo de desayunar navegando por el río que te conduce entre la Nitmiluk Rock, un seguido de increíbles gargantas que son bastante bonitas de ver. Pese a la belleza de todo ello, nadie me quitó el madrugón para coger el barco a las 7:00h. Travesía de dos horas. Todo parejas menos yo... claro que sí.


Volviendo del desayuno, tuve la luz de visitar un sitio que quizá, sin ser muy turístico, merece todos mis respetos y admiración. Se trata de la escuela con el aula más grande del mundo: La Katherine School of the Air. Se trata de una escuela que da clases por satélite a todos los niños del outback. A cientos y cientos de Km... ahí descubres a un montón de gente anónima que hace de este mundo un lugar mejor y de los cuales nunca nadie hablará. Desde ahí, mi pequeño homenaje. Sin tratarse de una visita pomposa, me curtió más que cualquier otra.


Y de ahí me fui hacia las Edith Falls, unas cataratas que inundan un lago. Normalitas, sin dejar de ser bellas. El baño estaba permitido... pero de verdad que, cuando ves una señal con cocodrilos, te acojonas. Y si te dijeran que te puede salir un cocodrilo por la ducha, os juro que optáis por la ducha a lo gato: con la lengua. Acojona de verdad.
Después de mi visita fugaz, ya me dirigí directamente al hotel, en Cooinda, ya dentro de Kakadu Park. Un sitio bastante mierda, pero donde tuve una habitación para mi solo y plena cobertura a internet... lo que pude ver el Barça. Eso sí, tuve que sacrificar mi visita a las Jim Jim Falls por poder ver el partido... claro que ver las Jim Jim Falls costaba 200 dólares. A cambio, opté por cambiar mi plan para, en vez de ver las cascadas, navegar por las humedades de Yellow Water, donde por fin pude ver cocodrilos “salties”, los más peligrosos. La lástima es que ello fue acompañado de grandes explicaciones sobre los pájaros, aves y toda especie alada habida en el parco. Es decir, un coñazo. Eso sí, descubrí que hay un pájaro al que llaman Jesús porque puede caminar por encima del agua... os imagináis lo que debería de molar un pájaro llamado Moisés? Sea como sea, quien tiene palomas en su ciudad sabe que un pájaro no sirve nada más que para cagarse en tu coche y para, de vez en cuando, soltarte el perdigonazo también en la cabeza u hombro. Así que me quedo con los cocodrilos, que vi bastantes (unos diez). Uno de ellos de 3,5m que, sin ser lo más grande que puede llegar a ser, ya es lo suficientemente grande como para comerse un humano. Prometo no matar nunca en mi vida una lagartija, por si tuviera un primo “saltie”.
Comentar que en los letreros que te alertan de los cocodrilos, te dicen que los de agua dulce te pueden herir, y los de agua salada matar. Que a los primeros no les molestes, y a los segundos da igual, porque te van a comer sí o sí. Mi pregunta es: de qué coño me sirve esa advertencia si voy a descubrir si se trata de uno de agua dulce o agua salada una vez esté yo en su estómago? Supongo que serviría para morir más tranquilo... ¡qué alivio!


Después de las dos horas navegando, me he dirigido al Mirrai Lookout, un mirador... en mi guía decía que “vaya usted allí y suba la plataforma”. Lo que no dicen los hijos... los sinvergüenzas es que esta plataforma se encuentra a 1,5 Km de ruta, ruta empinada. Muy empinada... subí, saqué la foto y bajé. Eso sí, impresionantes vistas...
... pero no mejores que las que vi desde la Nourlangie Rock, una roca (otro gran pedrusco) que emerge enmedio del bosque y te permite disfrutar de unas vistas muy espectaculares. Sin ser tan empinada la cuesta, lo pasé mal... porque aquí hace un calor realmente asfixiante. Sin haber tantas moscas como en mis anteriores viajes, ahí hay esa especie de mosquito, o mosca, o algo que jode tanto... ese que se pone en tu oreja y tiene un zumbido muy gay, así como “pfiiiiii”. Como ese pedo agudo que te tiras de vez en cuando. Y es un mosquito tipo muy difícil de matar, porque pese a ser lento, esquiva bien. Y cuando no esquiva, se posa en mi MacPantalla, y ahí sabe que no le voy a dar. A personas inteligentes les toca mosquitos inteligentes. Esa es la ley.

Desde ahí ya conduje (gracias papá...) hacia Jabiru, capital de Kakadu, en pleno corazón del parque. Se trata de un sitio tranquilo, y mi habitación la verdad es que es muy muy cachonda. Es una especie de casita a lo hotel Safari (quien haya jugado al Hotel sabe de qué hablo), pero eso sí... caluroso. Las paredes son agujereadas, con lo que se puede ver a través. Lamentablemente, no habrá demasiado por ver. Sólo a un chico viendo una peli que se está durmiendo en su calurosa cama.

Mañana ya enfilamos a Darwin, la etapa final, los Campos Elisios del Tour. Aunque de ahí me volveré a mover hacia el sur para visitar otros parques nacionales (a no más de 2h), siempre volveré al punto de partida. Ya tengo ganas de llegar a la gran ciudad, y notar que vuelvo a formar parte de ese conjunto llamado “Planeta Tierra”. Aunque eso sí... que me quiten lo bailao.

Curiosidad! Al venir me daba cuenta de que había multitud de incendios... me extrañé, pero pensé que al estar yo cerca era algo normal. Pues se trata de incendios controlados que provocan los propios aborígenes para paliar los efectos de un posible incendio mayor. Ello provoca un mosaico de bosques a veces verde y a veces quemado.

Os adjunto unas fotos de mi hostel también! Lo veréis, es como una cabaña.


Besos y abrazos!!!

PD a gerard: que viene que viene... pum pum! Que viene que viene....

PD2: Hablando de niños... ¿por qué me tiene que tocar siempre ese niño cabrón e hijo de puta (sí, lo digo... hijo de puta!) que no hace nada más que llorar y provocar gritos agudos e insoportables? Eso es lo que tengo a la cabaña de al lado. Y sí, sé que la culpa es de los padres por sacarlo de paseo, pero como se trata de un niño muy rabioso, cago pa él. Y perdonad el vocabulario, pero antojo una noche dura. Como se ponga gallito, reproduciré a todo volumen la retransmisión del 2-6 del Puyal, que la tengo íntegra. 4 horitas, monada... tú ve llorando...

PD3: Y pienso volver a celebrar los goles.